miércoles, 9 de marzo de 2011

Trastorno límite de la personalidad. Parte I

Dentro de los trastornos de personalidad, el trastorno limite, es quizá uno de los trastornos de personalidad que han cobrado mayor interés en la actualidad.

El trastorno limite de personalidad, es hoy en día considerado como un síndrome complejo y heterogéneo que surge de la necesidad de categorizar un conjunto de personas que presentan un claro patrón de inestabilidad afectiva e interpersonal, una marcada impulsividad e ira inapropiada, que no encajan dentro de los síndromes tradicionales.

Los criterios esenciales que considera el DSM-IV para el diagnóstico del trastorno limite son principalmente: Un patrón de inestabilidad en las relaciones interpersonales, en la autoimagen y en la afectividad, y una notable impulsividad.

Las características clínicas de quienes presentan el trastorno limite de personalidad presentan un patrón de relaciones personales inestables e intensas caracterizado por una alternancia en extremos de idealización y devaluación. Al principio de una relación pueden sentirse mágicamente implicados, llegando incluso a idealizar a la otra persona. En cambio pasan rápidamente a devaluarla al sentirse decepcionados, en su gran mayoría por motivos que para otras personas pasarían inadvertidos.

Como esta necesidad de sentirse vinculados tan estrechamente a nivel emocional, las personas con trastorno limite de personalidad presentan un especial temor al abandono, hasta el punto de convertirse en una necesidad vital. Aún cuando mantienen relaciones muy seguras, el temor al abandono llega a imponerse a la realidad alcanzando niveles casi delirantes, como si la propia coherencia o la identidad de la persona pudiera llegar a disolverse si la relación terminase. Esto ocasiona que realicen esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginario, pudiendo incluir actos impulsivos, como los comportamientos de automutilación o suicidas.

Pueden además presentar, una alteración de identidad caracterizada por una marcada y persistente inestabilidad en la imagen o sentido de uno mismo. Una consecuencia de la inseguridad y la inestabilidad de su propia identidad es que se vuelven excesivamente dependientes de los demás, llegando a ser extremadamente vulnerables a la separación a la fuentes externas de apoyo. Pese a esa incansable búsqueda de afecto y atención, en muchos de los casos actúan de un modo contrario y manipulativo, sucitando el rechazo de las demás personas y alimentando su sensación de vacio. Estas situaciones provocarán en estos sujetos momentos angustiosos de ansiedad, miedo e incluso depresión y desencadenarán periódicas explosiones de ira descontrolada dirigidas haca el resto de las personas, seguidas de auto reproches y críticas.

De este modo son la imprevisibilidad y la impulsividad los pilares del temperamento y las acciones de las personas con trastorno limite de personalidad. En este sentido pueden lelgar a aferrarse a lo mas cercano en momentos de necesidad, oscilando entre el abuso de sustancias, atracones, relaciones sexuales no seguras, encuentros íntimos esporádicos o conducción temeraria. Debido a esa falta de control y la intensidad de sus estados emocionales, no debe sorprender la tasa tan elevada de suicidio consumado que presentan las personas diagnósticados con este trastorno. Igualmente las amenazas e intento de suicidio también son muy frecuentes.