El tratamiento con apoyo familiar para cualquier enfermedad mental reconoce el papel de la vulnerabilidad biológica /genética subyaciente en el trastorno, y propone un modelo de vulnerabilidad al estrés que toma en cuenta los factores tanto ambientales como biológicos inatos.
La premisa principal de la que parte este enfoque es que al reducir el estrés en el ambiente familiar se retardan, minímiza o incluso previenen las recaídas.
La mayoría de pacientes que han ingresado a un hospital psiquiátrico, al ser dados de alta regresan a casa a vivir con sus familiares, por lo que el cuidado, y atención del paciente recae en la familia. Los enfoques basados en la familia, como los programas psicoeducativos, quizá sean las intervenciones empíricas mas subutilizadas en tratamientos graves de alguna enfermedad mental. Por lo que el término psico educación familiar debe considerarse de manera amplia para que abarque intervenciones tanto educativas como terapeúticas.
Ahora bien, existen algunos elementos básicos que se debe trabajar con la familia, el paciente y su terapeuta, con el fin de lograr una estabilidad emocional y mental tanto en el paciente como en sus familiares, estos elementos son:
- Coordinar todos los elementos de tratamiento y rehabilitación para asegurar que todos trabajen para alcanzar las mismas metas en una relación colaborada y de apoyo.
- Presentar atención a las necesidades sociales y clínicas del paciente
- Ofrecer un manejo óptimo de la medicación
- Escuchar las preocupaciones de los familiares e involucrarlos como compañeros iguales en la planeación y aplicación del tratamiento
- Evaluar los puntos fuertes y los débiles en la capacidad de la familia para apoyar al paciente
- Abordar los sentimientos de pérdida
- Ofrecer información pertinente para el paciente y su familia en los momentos adecuados
- Proporcionar un plan explícito de crisis y de respuestas
- Ayudar a mejorar la comunicación entre los miembros de la familia
- Ofrecer entrenamiento a la familia con técnicas estructuradas de resolución de problemas
- Animar a los miembros de la familia a que expandan sus redes de apoyo social, por ejemplo que participen en organizaciones de apoyo familiar
- Ser flexible en la satisfacción de las necesidades de la familia.
Tras las primeras reuniones de evaluación, en las cuales siempre deben participar los miembros de la familia y sesiones psicoeducativas, a menudo es útil reunirse sólo con el paciente durante algunas sesiones para establecer una sólida alianza terapéutica y un plan de tratamiento inicial que se centre en la supervisión e identificación de señales tempranas de alarma. Este plan después se comparte con la familia, la cual elabora una lista de señales de alarma consensada en colaboración con el paciente y el terapeuta.
Cabe mencionar que es de suma importancia, los miembros de la familia como el paciente mismo se comprometa a trabajar en los puntos acordados por su terapeuta para lograr un resultado eficiente, pues éste es un trabajo en equipo.
Todo esto ayudará a que los miembros de la familia desarrollen empatía y comprendan mejor la experiencia interna del paciente e identifiquen las respuestas e interacciones inadecaudas, en el entendido de que todos en la familia están haciendo su mejor esfuerzo para afrontar una situación muy estresante y desestabilizadora.
Interesante artículo.
ResponderEliminarPara el tratamiento de una persona con un trastorno mental es fundamental el apoyo de la familia y para que esta maneje bien la enfermedad del paciente necesita, al menos durante los primeros meses, la formación e información de un psicólogo que le marque pautas de comportamiento y le ayude a prevenir recaídas.
Gracias.
Un saludo.